sábado, 17 de octubre de 2015

SI UNA ESPINA ME HIERE...

Mi vida transcurre..y descubro que 
 SI UNA ESPINA ME HIERE...
¡Si una espina me hiere, me aparto de la espina,
...pero no la aborrezco! Cuando la mezquindad
envidiosa en mí clava los dardos de su inquina,
esquivase en silencio mi planta, y se encamina hacia más puro 
ambiente de amor y caridad.

¿Rencores? ¡De qué sirven! ¿Qué logran los rencores?
Ni restañan heridas, ni corrigen el mal.
Mi rosal tiene apenas tiempo para dar flores,
y no prodiga savias en pinchos punzadores: 
si pasa mi enemigo cerca de mi rosal,

se llevará las rosas de más sutil esencia;
y si notare en ellas algún rojo vivaz,
¡será el de aquella sangre que su malevolencia
de ayer vertió, al herirme con encono y violencia,
y que el rosal devuelve, trocado en flor de paz!

AMADO NERVO

1 comentario:

  1. Juan 15, 9-17
    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
    - «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en
    mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo
    mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco
    en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros,
    y vuestra alegría llegue a plenitud.
    Este es mi mandamiento que os améis unos a otros como yo os he
    amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
    Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os
    llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros
    os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a
    conocer.
    No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido
    y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure.
    De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé.
    Esto os mando que os améis unos a otros.»

    ResponderBorrar